¿Cómo mejorar la vida útil de un cabezal de impresora de códigos?

El adecuado desempeño de una impresora de códigos de barras depende directamente del estado del cabezal. Por lo tanto, es indispensable realizar tareas de mantenimiento cada cierto tiempo para garantizar que esta pieza funcione a la perfección. En la entrada de hoy os vamos a mostrar una serie de consejos básicos para alargar la vida del cabezal y obtener unos resultados de marcado de alta calidad.

¿Cuál es la vida útil de una impresora de códigos de barras?

Esta es una de las preguntas más habituales que nos hacemos al adquirir una impresora. Hay que tener en cuenta que cuando el cabezal comience a fallar la impresión también lo hará, por lo que su cuidado es indispensable. Con el paso del tiempo, estos equipos comienzan a desgastarse, por lo que es necesario realizar una limpieza completa para prevenir ciertos problemas. De lo contrario, las averías serán más frecuentes hasta el completo deterioro de la máquina.

No vamos a profundizar en aspectos técnicos que solo son inteligibles por los expertos. Sin embargo, todos los dueños de una impresora de códigos de barras deberían conocer algunos datos esenciales, como por ejemplo que la mayoría de los cabezales se miden en millones de pulgadas lineales impresas. De este volumen depende en gran parte la vida útil del cabezal y por tanto la impresora.

¿Qué he de hacer para que el cabezal dure más?

Es de vital importancia revisar el estado del cabezal cada cierto tiempo, así como hacer tareas de mantenimiento y limpieza periódicas. Especialmente, si notamos que la impresión no es tan nítida como debiera o experimentamos cualquier tipo de problema, como por ejemplo un trabajo anormalmente lento.

Un aspecto clave es la presión y temperatura del cabezal. Hay que tener en cuenta que la energía que recibe este dispositivo determina su correcto funcionamiento, por lo que a mayor oscuridad también hará falta más energía. Por este motivo, los expertos coinciden en que es conveniente ajustar el cabezal con los valores de calor y presión mínimos, ya que con valores elevados el desgaste es mucho mayor.

Los cabezales son muy resistentes, pero también sensibles, por lo que cualquier pequeño residuo que quede pegado puede generar zonas de impresión incompletas. Las tareas de mantenimiento periódicas incluyen la limpieza, que debe hacerse con alcohol, evitando utilizar otros productos más abrasivos. Y nunca con el aparato encendido, ya que podríamos fundir algunos elementos del cabezal y la impresora dejaría de funcionar.

Esta limpieza también es necesaria cuando cambiamos el rollo de ribbon y otras actuaciones similares. En este sentido, la anchura de este rollo de cinta térmica debe superar a la de la propia etiqueta, ya que cuando mayor anchura tenga el ribbon más protegido estará el cabezal. También es necesario que la velocidad de impresión se mantenga constante en su media, algo que alarga en gran medida la vida útil del cabezal de una impresora de códigos de barras.

Esperamos que estos consejos os ayuden a aprovechar al máximo estos equipos indispensables para la trazabilidad de una empresa, mejorando al mismo tiempo su eficacia y fiabilidad.