¿Cuál es la mejor etiqueta para mi empresa?

etiquetaje textil

Las etiquetas se han convertido en uno de los aspectos más importantes de la producción. No solo tienen un montón de utilidades para la propia empresa, sino que es nuestra tarjeta de presentación de cara al exterior. Por ello, elegir la opción adecuada puede significar la diferencia entre el éxito y unas ventas más que discretas. En la entrada de hoy vamos a mostraros los distintos tipos de etiquetas que existen según el uso que le demos, los materiales empleados o el proceso de impresión llevado a cabo.

Tipo de impresión

En el mercado actual podemos encontrar una enorme cantidad de tipos de etiquetas, pero la calidad de las mismas va a depender estrechamente del tipo de impresión utilizado. A grandes rasgos, podemos elegir entre la impresión térmica directa y la impresión por transferencia térmica. En el primer caso, se trata de máquinas que cuentan con un cabezal que entra en contacto con la etiqueta, que está fabricada con material térmico. Entre sus ventajas destaca que no requiere tinta de Ribbon.

En el segundo, la impresión por transferencia térmica se lleva a cabo mediante el calor de los cabezales, por lo que no hace falta un contacto directo. Aunque necesita Ribbon, se trata de un sistema menos brusco y que permite distintas opciones de calidad, algo muy interesante para que las etiquetas sean más duraderas y resistentes.

¿Cuál sistema es el mejor? Ambas máquinas son excelentes en su desempeño, así que la elección depende del tratamiento que vayamos a darle a las etiquetas y el tiempo que han de estar vigentes. En este sentido, las impresiones por transferencia directa suelen ser más duraderas, mientras que las térmicas directas acaban amarilleando con el tiempo, por lo que no son la mejor opción para la presentación del producto.

Tipo de material

Además de los mencionados sistemas de impresión, debemos tener muy en cuenta el tipo de material, así como el adhesivo que van a utilizar las etiquetas. De igual manera, hay que determinar si sufrirán cambios de temperatura en la línea de producción, si serán transportadas posteriormente en determinadas circunstancias o, por ejemplo, si estarán a la intemperie y por tanto deben soportar los rigores del clima.

Dependiendo de las sustancias a las que esté expuesta, como por ejemplo productos químicos agresivos, polvos o residuos de metal, tendremos que elegir el material de nuestra etiqueta y el adhesivo. En el mercado actual tienes una amplia variedad que ofrecen protección ante la humedad, agentes abrasivos, aceites y otros elementos pesados.

Vida útil de la etiqueta

Si las etiquetas van a tener una vida efímera, por ejemplo, si son colocadas en los envíos, podemos utilizar sin problemas la impresión por calor sin tinta. No obstante, si necesitamos que sea muy duradera lo mejor es elegir la impresión por transferencia térmica, combinada con un Ribbon que ayude a evitar el deterioro por el roce, la exposición a ambientes pesados y el paso del tiempo.

Y por último, mencionaremos el tipo de superficie, ya que no es lo mismo adaptarse a una lisa o rugosa, recta o curva. Los materiales también son importantes, ya que la madera o el metal requieren distintos adhesivos. Teniendo en cuenta todos estos aspectos, será mucho más sencillo conseguir la etiqueta perfecta para cada tipo de producto.