Los codificadores inkjet en el sector de la alimentación

codificadores inkjet

En el mercado actual las compañías están en continua expansión y ello obliga a mejorar constantemente las soluciones de trazabilidad y logística asociadas a sus negocios. En este sentido, con el objetivo de incrementar la identificación de los productos se emplean impresoras de transferencia térmica o codificadoras inkjet, que son aparatos eficaces que están a la altura de las circunstancias.

A modo de ejemplo, en la entrada de hoy vamos a hablar de la solución a la que llegó una importante empresa de caramelos en relación a este tema.

Una famosa empresa de caramelos

No vamos a decir su nombre, pero esta fábrica de caramelos comenzó sus andanzas en 1875 y desde entonces hasta hoy se ha mantenido como un referente dentro del mundo de la alimentación. Es famosa por sus dulces, chocolates y otras delicias y aunque su mejor escaparate es su apego a la tradición, en lo referido a la codificación de productos han preferido utilizar la más novedosa tecnología.

Las necesidades de la producción

¿Qué es lo que querían? No estaban demasiado conformes con su anterior equipo y querían mejorar sus capacidades de impresión, sobre todo ante la inminente salida de una serie de latas de chocolate decorativas que correspondían a una edición limitada. El evento era muy especial y la compañía no estaba dispuesta a permitir que ocurrieran errores.

Problemas a resolver

Hubo muchos problemas, pero el principal escollo consistía en la sustitución de las impresoras térmicas y algunas codificadoras inkjet obsoletas que no producían los resultados de impresión deseados, dejando las latas manchadas o con unos caracteres borrosos y poco nítidos. Por lo tanto, necesitaban renovar las codificadoras inkjet con equipos que garantizaran la eficacia y rapidez de la cadena productiva, pues se esperaba un aumento de la producción en breve por la llegada del periodo navideño.

Las codificadoras inkjet son la mejor solución

Tras varias pruebas, decidieron jubilar su línea de impresoras térmicas por unas nuevas codificadoras inkjet, que eran capaces de imprimir fechas de caducidad y otra información referida al lote o el producto con gran calidad, velocidad y facilidad de uso. Primero se verificó la eficacia en una demostración y posteriormente se trasladó el equipo a la línea de producción de la fábrica de chocolate para comprobar que todo funcionaba a la perfección.

Las codificadoras trabajaron sin problemas durante cuatro días y los operarios pudieron realizar las tareas con la sola ayuda de un número de teléfono por si surgía una incidencia técnica. Este manejo tan sencillo, la calidad y la enorme independencia fue lo que convenció a la compañía.

La mejor decisión de futuro

Finalmente, compraron 5 codificadoras inkjet para reemplazar a las viejas impresoras térmicas, coincidiendo con el periodo de navidades que era cuando más se incrementaban las ventas. No tuvieron ninguna pega y estas máquinas mostraron que son capaces de hacer a la perfección su trabajo, codificando hasta 120 unidades por minuto y no permitiendo retraso alguno en la línea de producción.