Una Solución de RFID se compone de una base de lectura (LECTOR RFID), con su respectiva ANTENA, que lee y escribe datos en los transmisores, mejor conocidos como TAGs o Transponders. Estos responden, cuando se encuentran a suficiente distancia de la antena lectora, a los pulsos del lector, los cuales se convierten en instrucciones tanto para lectura como para escritura de datos en los Tags.

La distancia operativa de un sistema RFID oscila entre menos de 1 metro y 30 metros aproximadamente, dependiendo de los componentes RFID, el tipo de producto, y el entorno del sistema.

Con RFID es posible realizar lecturas simultáneas de objetos, productos, vehículos o personas, agilizando sustancialmente los procesos de identificación.  De la misma forma, mediante esta innovadora tecnología es posible leer los datos de los tags integrados en los objetos, productos, etiquetas, aún cuando no existe línea visual entre dicho producto y el lector de RFID, con todas las posibilidades aplicativas y ventajas que esto supone. Esta tecnología de identificación ya se utiliza eficazmente para los procesos de identificación comunes. Así, se pueden usar para identificar envíos, paquetes, vehículos, personas, productos, pallets, contenedores, etc.