Trazabilidad y seguridad en el sector del café

La trazabilidad de los granos del café es de vital importancia para garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores, así como la propia calidad del producto. Para ello, es necesario regular los procesos de producción, desde que se obtiene la materia prima hasta que se transforma y llega a la fase de distribución. En la entrada de hoy vamos a hablar sobre la importancia de este tema y las mejores soluciones que puedes adoptar para asegurar la competitividad de tu empresa.

Seguridad alimentaria y trazabilidad

La contabilidad y proceso de la producción cafetera nos permite actuar con rapidez frente a los cambios de la demanda, en un sector muy dinámico que debe reinventarse día a día. Pero sobre todo en lo relativo a materias de seguridad, ya que así podremos intervenir de inmediato si se produce algún error o sacar del mercado algún lote o producto contaminado. En este sentido, la rastreabilidad ofrece a las empresas la posibilidad de elaborar un producto de reconocida calidad y con un gran peso en el mercado, lo cual repercute directamente en unas mayores ganancias y el aumento de la visibilidad de la marca.

Para ello, la trazabilidad tiene en cuenta aspectos relativos a la contabilidad y el control de los procesos productivos, con el objetivo de rastrear cada grano de café de un extremo al otro del mundo. De esta forma, seremos capaces de mejorar los procesos de selección de las semillas para las plantaciones de cafetos y proporcionar al cliente la mejor taza de café posible, con un sabor y aroma perfectos.

La satisfacción de los clientes

Los consumidores actuales muestran un creciente interés por conocer más sobre el origen del café. Se trata de una bebida que se toma a diario y por tanto es normal que quieran saber de dónde procede, cómo se elabora y demás elementos que forman parte de su transformación hasta que llega a sus manos. Gracias a los métodos de trazabilidad esta información podrá ser generada sin ningún tipo de esfuerzo, mejorando la experiencia del cliente final y repercutiendo positivamente en su fidelidad.

Los niveles de la trazabilidad en el café

La cadena de la trazabilidad comienza con la producción en las fincas cafetaleras y termina con la venta del artículo tostado que llega a los consumidores. Por lo tanto, es necesario abarcar distintos estadios que poseen un ámbito internacional. El primero eslabón de la cadena es el productor del café, que es responsable de la plantación y cuida que la cosecha sea óptima. El segundo nivel corresponde a las empresas acopiadoras, que forman lotes de café para vender a los compradores extranjeros.

El tercer nivel de la trazabilidad del café está compuesto por los importadores, una figura habitual en la mayoría de las empresas que se encarga de organizar todos los aspectos relativos a la logística. En el cuarto nivel encontramos a los compradores de materia prima, que están compuestos por las empresas tostadoras. Y finalmente, en el último eslabón de la cadena tenemos a las empresas que se encargan de distribuir el café tostado hasta los clientes finales.