TRACE: las claves de la trazabilidad alimentaria

En los últimos 10 años hemos asistido a notables avances en materia de seguridad alimentaria en la Unión Europea, motivado entre otras cosas por la crisis de las vacas locas o los problemas con dioxinas que se dieron en Bélgica. Gracias a estos esfuerzos en la actualidad podemos gozar de algunos mecanismos que regulan la cadena de producción, como es el caso del TRACE, una propuesta sueca que se basa en la trazabilidad del origen de los alimentos. En la entrada de hoy vamos a hablar sobre los logros conseguidos durante este tiempo y los mejores equipos que existen para llevar a cabo la tarea.

De la granja a la mesa

Un total de 70 países están participando en el proyecto TRACE, 28 de ellos pertenecientes a la UE. Cada año se emiten un millón de certificados de calidad en más de 30 idiomas, satisfaciendo una demanda que solo en Europa asciende a 500 millones de consumidores. Esta herramienta permite recoger una gran cantidad de información para agilizar los procesos de elaboración y distribución. Para ello, es indispensable conocer el itinerario exacto de cada producto con el objetivo de localizarlo al instante si se produjera cualquier incidencia.

De hecho, el lema de la iniciativa es “De la granja a la mesa”, lo que nos indica la importancia de asegurar la transferencia de datos en cada eslabón de la cadena. Con esta información rigurosa el consumidor tendrá una mayor seguridad, algo indispensable para elegir los alimentos que compra. Además, estas medidas mantienen a raya las enfermedades provocadas por los animales y evita en gran medida las prácticas agrícolas o ganaderas fraudulentas. Así, el control va desde la obtención de la materia prima hasta su transformación en el producto final, algo que implica a productores, intermediarios y otros agentes del mercado.

Mayor control equivale a más calidad

Regular todos estos procesos implican un aumento de calidad en los métodos elegidos para preparar, producir, transportar y posteriormente distribuir los productos para su venta. En el ámbito ganadero, estos controles evalúan aspectos claves como la limpieza o la alimentación de los animales. También se llevan a cabo análisis para descartar parásitos y cualquier enfermedad contagiosa. Por su parte, en el mundo vegetal los controles van dirigidos a detectar riesgos biológicos, químicos o físicos, así como conocer su origen.

Las mejores soluciones de trazabilidad

Elegir el mejor equipo para tu empresa depende del sector empresarial en el que te encuentres. Por ejemplo, en el mundo de la automoción es muy habitual encontrar aparatos de marcado por micropercusión, que imprimen directamente los caracteres, logos o códigos en el material, sin importar su dureza. En el caso de la industria alimentaria es habitual las impresoras de tinta, que se adaptan sin problemas a gran cantidad de envases de distintas formas y materiales, como por ejemplo el plástico, el cartón o el vidrio. En cualquier caso, el resultado es la prevención de los posibles accidentes alimentarios al mismo tiempo que garantizamos su calidad y la confianza de los clientes.