Trazabilidad y rentabilidad de una empresa

Trazabilidad y rentabilidad de una empresa

En la actualidad, identificar y ordenar las remesas de entradas y salidas de productos se han convertido en una necesidad, sobre todo en determinadores sectores industriales, como por ejemplo el farmacéutico o el alimentario. La trazabilidad es la respuesta a este problema, ya que nos permite realizar un seguimiento exhaustivo de cada lote o producto, desde la transformación de la materia prima hasta su llegada a los clientes finales. En la entrada de hoy vamos a hablar de la importancia que las nuevas tecnologías de seguimiento han alcanzado en el mercado actual, y de paso os mostraremos los enormes beneficios económicos que reportan.

¿Cuándo comenzó la trazabilidad?

Esta palabra comenzó a verse por primera vez en una normativa de la Comunidad Económica Europea (CEE), que respondía a una grave crisis sanitaria que sacudió Europa. Fue en esa época cuando se desató el episodio de las Vacas Locas, que en poco tiempo adquirió escala mundial. A partir de entonces, se iniciaron una serie de procedimientos para garantizar la trazabilidad de los productos, especialmente aquellos sensibles de provocar un problema de salud en la población.

En la actualidad disponemos de herramientas mucho más avanzadas, que se caracterizan por su eficacia y bajo coste, que no solo son indispensables para controlar la producción y la gestión empresarial, sino que a medio plazo supondrán una fuente de beneficios. También son necesarias para cumplir con las leyes y normativas internacionales, que cada vez son más estrictas.

Beneficios de la trazabilidad en tu empresa

La implantación de un sistema de trazabilidad eficiente nos permite reaccionar a tiempo ante cualquier imprevisto. Imagina que un lote resulta defectuoso. ¿En qué almacenes sigo teniendo stock que hay que retirar? ¿A qué clientes e intermediarios se los he mandado? Esta información es vital para saber a quién tenemos que informar sobre el problema.

Y ya puestos. ¿Cuál es el origen de la incidencia? ¿Quién me vendió las piezas estropeadas? De igual forma, estos sistemas nos van a ayudar a conocer de manera más profunda el funcionamiento de nuestra empresa, detectando rápidamente dónde está el fallo y solucionándolo para que no vuelva a repetirse en el futuro. Seremos mejores, más dinámicos y todo esto repercutirá de una manera muy positiva en la imagen de nuestro negocio.

La gestión del almacén es otro punto clave para entender la productividad de una empresa. En este sentido, los códigos de barras y los lectores ópticos son una opción muy habitual en distintos ambientes industriales, ya que nos ayudan a evitar pérdidas debido a la caducidad del inventario u otros aspectos similares. Así mismo, podremos saber en cualquier momento la mercancía que entra y sale, la futura llegada de remesas y facilitaremos en gran medida las tareas de inventario que se llevan a cabo de manera periódica.

Y finalmente, las exigencias de la UE son cada vez mayores. Las regulaciones en ciertos ambientes industriales hacen indispensable un sistema de trazabilidad que abarque todos los procesos de la producción, ya que el volumen de información es demasiado elevado como para tratarlo sin la tecnología correspondiente. En la actualidad, estas herramientas han trascendido su función original y son consideradas como un plus de calidad por parte de los consumidores, aumentando la confianza en las marcas que las utilizan.